El tratamiento del cáncer se puede hacer sin recurrir a las técnicas de las que dispone la medicina convencional que son la quimioterapia, la radioterapia y la cirugía.

La ozonoterapia endovenosa es una de las técnicas terapeúticas más eficaces que se ha comprobado que detiene el avance del cáncer. Su acción antioxidante e inmunomoduladora es fundamental para que al menos la enfermedad se detenga. Nuestra experiencia dice que, si bien no reduce, impide la progresión de los tumores. El médico responsable del centro lo experimentó en sí mismo hace 13 años cuando se le diagnosticó cáncer colorectal. Observó durante un año la evolución sin aplicar otra terapia que la ozonoterapia endovenosa, el tumor al cabo de ese tiempo no aumentó de tamaño y tampoco se extendió.  Desde entonces viene aplicando el tratamiento a sus pacientes con resultados que fueron mejorando con el paso del tiempo.

Simultáneamente a la ozonoterapia se aplica la terapia ortomolecular. Hay controversias en torno al uso de vitamina C en altas dosis. La medicina convencional la contraindica, pero nuestra experiencia indica que su aplicación mejora el resultado de la ozonoterapia.

Para la reducción del tumor se utiliza también la magnetoterapia. El tumor tiene un metabolismo distinto al resto del organismo y, por lo tanto, genera un campo anómalo. La magnetoterapia genera en el lugar donde se aplica un campo ordenado lo que inhibe el crecimiento tumoral con su consecuente reducción.

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